~Las lágrimas nublan mis ojos, veo todo borroso, tu mirada ya no brilla. Ruedan por mi mejilla y mueren en mi boca abierta, agonizante. Están saladas, algo amargas, no me gustan. Pero al fin y al cabo, no me gusta que me rompan el corazón y tú lo has echo. Son cosas inevitables. ¿No, cabrón?~
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